El 26 de julio de 1952, al final de su primer viaje latinoamericano, Ernesto Guevara arriba a Miami a bordo de un DC10 que transporta caballos de carrera con destino al hipódromo de Hialeah. El avión necesita ser reparado antes de continuar vuelo hacia Argentina y la escala del Che en Miami se prolonga por un mes. El joven estudiante de 24 años frecuenta la playa, merodea el Parque de las Palomas y visita asiduamente la antigua biblioteca. Un restaurante español le fía las comidas y le da trabajo como lavaplatos. Una aeromoza cubana lo contrata para hacer la limpieza de su apartamento. Jimmy Roca, un primo de la mujer que lo espera en Argentina, es su guía en la ciudad. Antes de partir, Guevara cumple el encargo de comprar un traje de baño a su prometida...
Tres décadas más tarde otro estudiante de 24 años arriba a Miami a bordo de un avión de carga que transporta prisioneros políticos. Para entonces, la antigua biblioteca ha sido demolida y en su lugar se alza un shopping mall. El balneario es ahora una cárcel guevarista. Néstor Díaz de Villegas levanta su poema épico/hípico a partir de estos materiales y emborrona su propia historia en las páginas del diario del futuro curandero heroico. Editorial Aduana Vieja.
